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La quinta ciudad más grande de Polonia y la capital de la provincia de Wielkopolska tiene una historia que data de más de 1000 años. Durante este viaje, se sumergirá en la historia de la ciudad fundada en la isla de Ostrów Tumski. Alli descubrirá las reliquias del siglo X escondidas bajo el suelo de la catedral. Asimismo, será testigo de los comienzos del estado polaco y de la instauración del cristianismo en Polonia, hechos que tuvieron lugar en estas áreas. Luego visitará la Plaza del Mercado Viejo con un ayuntamiento renacentista del siglo XVI que domina la ciudad. Es aquí donde las famosas cabras de Poznań aparecen todos los días al mediodía frente a la multitud que se reúne en la Plaza. Otros lugares para visitar son: una verdadera joya barroca, la antigua iglesia jesuita de St. Stanisław y el Castillo Real en la cima del rey Przemysl I. El viaje terminará con la degustación de Rogal Świętomarciński, un dulce tipico de Poznań y amado por los turistas.

El palacio de Rogalin es una verdadera joya de la arquitectura residencial del siglo XVIII. Construido a fines de 1700, perteneció a la noble familia Raczyński y durante los últimos 200 años fue testigo de varios eventos históricos. Gracias a la reciente renovación interior, ahora ilustra fielmente la vida de varios miembros de la familia desde fines del siglo XVIII hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Durante su visita, verá interiores ricamente amueblados con obras de arte, candelabros, cubiertos, pinturas y varios otros ejemplos de arte aplicado. La atracción más grande del palacio es la sala de biblioteca con estanterías de madera talladas a mano que cubren las 4 paredes a pocos metros del techo.

La sala de exposiciones de pintura de Edward Aleksander Raczynski que está situada en el recinto, expone unas 250 piezas de este reconocido artista europeo. La mayor atracción, sin embargo, es la pintura más grande de Jan Matejko: “Juana de Arco” que llega a medir hasta 484 x 973 cm. El palacio está rodeado por un jardín en el estilo francés e inglés, en el que hay muchos robles centenarios, incluidos los famosos en el país: de Lech, Czech y Rus.